Ante el cierre de la investigación por la desaparición de mi Hijo Carlos Millán Cárdenas, Como madre quiero expresar lo que siento con respecto a las diligencias que se llevaron a cabo en estos 5 años y que no dieron ningún resultado.
A mi parecer las labores de búsqueda he investigación no se realizaron como corresponde, ha habido demasiada incompetencia y descuido en esta tarea, un ejemplo de esto es la tardanza en conseguir un registro de llamadas telefónicas por parte del fiscal a cargo de la investigación. El día 7 de octubre de 2005, 7 días después de la desaparición de Carlos, a eso de las 8 de la mañana recibimos la llamada telefónica de una mujer, que sollozando dijo saber lo que le había pasado con mi Hijo. “Yo se lo que le hicieron, lo mataron pero yo no estuve de acuerdo”, luego cortó.
Al comunicarle a la fiscalía y policías este hecho, inicialmente nos trataron de mentirosos, se nos acusó de haber inventado esta llamada para tener mayor atención. Solo 2 meses después lograron obtener de parte de la compañía telefónica, un registro de las llamadas recibidas aquel día y en el que aparecía la llamada en cuestión. Lo lamentable es que según el registro de llamadas, ésta provenía de un teléfono público a la vista de una cámara de seguridad, de la cual solo se conservan las grabaciones durante una semana.
En esto se perdió tiempo valioso, mientras la policía se convencía de realizar tal o cual diligencia, las posibles pistas que podrían ayudar a encontrar a mi hijo se iban borrando con el pasar del tiempo.
Por otro lado, también en Octubre de 2005, el dormitorio que ocupaba Carlitos en donde arrendaba, fue periciado muy superficialmente por la policía, para luego autorizar el retiro de las pertenencias sin ninguna cautela, y entregar las llaves a la dueña de la casa para ser arrendada a otra persona. A mi parecer, éste hecho no debió tomarse tan a la ligera, porque creo que también se perdieron pistas importantes e irrecuperables.
Desde el primer día, tanto la fiscalía como las policías han insistido en que mi hijo se suicidó, pero yo no he sabido de ningún suicida que se haya ocultado tanto como para no ser encontrado. También me he percatado de que la insistencia en la tesis del suicidio, es gracias a vagas evidencias dejadas por los relatos de terceras personas que no se sustentan en ninguna prueba concreta, solo sospechas.
Yo no me puedo quedar tranquila con el cierre de la investigación, y aceptar que Carlitos simplemente se perdió en valdivia y que nadie supo decirme que fue lo que ocurrió con él. La Justicia está en deuda conmigo, con mi familia y muchas otras familias que viven la misma tragedia, ya que ni los fiscales ni las policías han tenido la capacidad para darnos una explicación concreta. Yo le pregunto al Ministro del Interior o a quien corresponda la seguridad interna del país, ¿es seguro un país donde las personas se extravían sin dejar rastros?, creí que esos tiempos ya habían pasado.
También algunas autoridades nos han pedido que entendamos, que se han hecho esfuerzos extraordinarios para encontrar a mi hijo, pero yo les pido a ellos que entiendan también, que yo no me puedo quedar tranquila mientras no sepa que fue lo que pasó con Carlos. De nada sirven todos los esfuerzos si no han entregado resultados, y nos tienen tal como el primer día, quiero que por favor entiendan mi rabia y dolor, no puedo quedarme tranquila viendo como la justicia apela a la suerte, o al remordimiento de conciencia de esas personas que saben lo que le ocurrió a mi hijo y que se lo guardan porque no saben lo que es tener un hijo y quererlo como yo quería a Carlitos.
Voy a insistir hasta el cansancio en que la investigación fue mal llevada, y las personas encargadas no eran las más idóneas.
Por último debo decir que tengo el compromiso, lamentablemente verbal, del Fiscal Regional de la región de Los Rios el Sr. Mera, que mientras cumplía la misma función en la región de Los Lagos, se comprometió a no cerrar la causa hasta tener solucionado el caso de mi hijo, para tranquilidad mía y de mi familia. Cometí el error de creer en él y hoy mi rabia y tristeza es mucho mayor.
Cristina Cárdenas Alvarado
Teléfono CEL. 8 319 28 79 – 9 340 27 52
info@carlitosmillan.com
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